Cinco conductores de la compañía Monbus-Julià han sido detenidos e imputados por los delitos de daños, contra la seguridad del tráfico y coacciones en relación a los ataques sufridos por autobuses durante las protestas de la plantilla de las líneas del Baix Llobregat. Los autores de los actos vandálicos actuaban de dos formas complementarias: seguían a los autobuses y arrojaban objetos metálicos en marcha contra las ventanas o rompían cristales con un martillo aprovechando las detenciones del vehículo en la vía pública. La empresa habría sido víctima más de 200 ataques desde el inicio de la huelga, con unos daños acumulados valorados en más de 600.000 euros.